Las palabras que siguen, han sido escritas para los que piensan que es mejor colaborar con el verdugo, con el fin de facilitar que nuestra cabeza sea bien cortada sin que surjan problemas de rebeldía que puedan hacer más doloroso el resultado.
El confinamiento al que nos vemos sometidos, me ha dado tiempo para leer la actualidad en múltiples plataformas de información y para reflexionar en lo absurdo de la situación que estamos viviendo, pues en la época de la información, la desinformación es el plato cotidiano servido con un gran aderezo de manipulación y regado con finos licores de alto contenido ideológico, cuyo abuso anula las voluntades y construye lisérgicas realidades paralelas donde se mezclan pasado y presente con la misma e incauta inocencia de los que confunden tocino y velocidad.
Así observo varios parámetros de nuestra realidad que se presentan bajo la forma de las funestas consecuencias de una ideología de la corrupción, de la negación de la realidad y de la muerte, vehiculada por la actual coalición gubernamental :
Se constatan más de 30.000 muertos en tan solo dos meses, en su mayoría, ancianos, provocadas por la incompetencia e inacción de un gobierno que ha preferido ignorar los avisos del peligro que se cernía sobre España, emitidos desde hace 4 meses, y al hacerlo, no preparar nada que pudiese hacer frente al peligro, como otros gobiernos si han hecho, con resultados benéficos para su población. Comparando la mortandad española con la de países similares en número de habitantes, que si hicieron caso de las alertas y prepararon una estrategia de defensa activa y adecuada, observamos que en España, si las autoridades hubieran actuado de manera similar, es decir, responsable, se hubieran podido salvar 70% de los fallecidos, es decir, que cerca de 20.000 de nuestros abuelos aun estarían vivos, con nosotros.
La realidad les obligó a actuar, aunque tarde y mal, pues la incompetencia y la corrupción han llevado a este gobierno a fundirse más de 300 millones de € en material inservible, obtenido a través de intermediarios dudosos, a veces sin dirección conocida, la mayoría sin las cualificaciones requeridas y siempre a precios exhorbitantes, sin haberse utilizado las vías de contratación pública de rigor. Estas contrataciones onerosas e inútiles, retrasaron la acción profiláctica urgente y necesaria, generando aún más muertes. El olor a corrupción es tan fuerte que ni el incienso del Botafumeiro de la Catedral de Santiago podrá hacerlo olvidar.
Las consecuencias de esta nula opacidad de la incompetencia y de la mal maquillada corrupción es que, además del gran número de personas fallecidas y familias enlutadas, en tan solo 4 meses hemos alcanzado una caída de nuestro PIB cercana al 6% y con perspectivas, debido a la indescriptible acción del gobierno, de que se sobrepase el 13%de caída a final de año, lo que sin duda provocará un colapso social, nos llevará a una quiebra técnica y hará evidente la necesidad de un Rescate, Esto significará, como ya pasó con Grecia, una reducción de al menos un 40% de las pensiones, y recemos para que no vuelva el hambre, pues algunos creen, y así lo han manifestado, que el dolor del caos puede ser la oportunidad para forzar un cambio de régimen, da igual la violencia que se ejerza sobre la población ya que el fin justifica los medios, y en este sentido llaman la atención, por lo osadas, las declaraciones del nuevo vicepresidente de la comisión de reconstrucción creada por el gobierno y presidida por Patxi López. Dice el vicepresidente que si con el caos actual se produjese un proceso revolucionario, él sería el primero en ir a la Zarzuela a por el Rey. Poco le faltó para anunciar que ya había encargado la guillotina.
Para completar este escenario, el n° de parados, ya de por si alto, se pondrá cerca de 6 millones en junio, además, si no se llega a un deconfinamiento rápido y bien hecho, debido a la inacción de los últimos 4 meses, el sector de TURISMO - HORECA quedará completamente aniquilado en 2020, y con ello, más del 12% del PIB.
Esto que he observado, y mucho más, nos está llevando a la ruina en un gran sarcófago de silencio preparado por nuestros gobernantes y con la colaboración de la bien pagada prensa oficial. Gobernantes que, para justificarse, no dudan en enviar informaciones falsas y/o traficadas a las organizaciones internacionales como la OCDE, la OMS o la UE, o persiguen las informaciones críticas, censurándolas en las redes sociales e induciendo la persecución de la palabra libre de unos españoles hacia otros, polarizando los sentimientos de una sociedad ya crispada pero aún amordazada y haciendo creer a muchos, que lo mejor es el silencio y la sumisión, gracias al miedo que poco a poco van metiendo en nuestros corazones. Y esto me recuerda que durante la época del Nacional Socialismo, el socialismo al que algunos llaman "nazi", y no obstante, Socialismo, se utilizaban técnicas de señalización particulares para marcar públicamente a lo que ellos llamaban enemigos del régimen. Técnicas que la historia nos ha legado y que debieramos recordar para intentar no caer en ellas.
Y nada mejor que ilustrar esta afirmación con el ejemplo:
Antes de la Noche de los Cristales Rotos, en la Alemania de 1933, se habían marcado portales y tiendas de pequeñas empresas, escribiendo en sus muros que allí vivía o trabajaba un judío, con el resultado de horror que ya conocemos. Y más tarde se obligó a éstos a llevar una estrella amarilla.
El objetivo de esta marca era señalar a un potencial enemigo del régimen y facilitar que los bajos instintos del pueblo pudiesen desencadenarse sobre personas concretas, creando el miedo y generalizando la delación, hasta que aquello se convirtió en una dictadura donde nadie podía respirar y que rápidamente se extendió en Francia al Régimen de Vichy.
Pues bien, parece ser que muchos de los seguidores del socialismo actual (no todos), aún sin recordar esta parte tan reciente de la historia de Europa, reproducen hasta la saciedad este esquema, al calificar las obras de otros y a sus propios autores con estigmas sociales ampliamente difundidos y, aunque nada puedan demostrar, basta la marca, la burla y el escarnio, para hinchar pecho ante el populacho y linchar y anatemizar la oposición, la crítica, la reflexión libre y la innovación social que aporta diversidad de perspectivas, tan necesaria para construir sociedades libres y fuertes, sociedades constituidas por personas que no bajen la cabeza ante el poder.
Gracias a Dios, la libertad de pensamiento y de expresión aún no están vedadas, y con la ayuda de un cierto grado de rebeldía, España no caerá en el Nacional Socialismo que intentan inyectarnos con el miedo y la acusación delatora.
En algunos momentos de nuestra historia, nuestros ancestros dieron leciones de valor y de heroismo, prefiriendo la dignidad y el honor antes que la esclavitud, como en Numancia o Monte Medulio. Pero aquellos suicidios heróicos de nuestros antepasados, nada tienen que ve con el suicidio estulto al que la desinformación y el silencio culpable, están llevando a España.
JFRQ
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