¿Podemos decir a nuestros clientes españoles o hispanoamericanos que instalarse en Francia es una operación sin riesgos?
Todos sabemos que el riesgo cero no existe, pero también estamos acostumbrados a oir que no hay que tentar la suerte, máxime, cuando las aguas están revueltas. Ahora bien, la tormenta francesa debiera verse como el anuncio de la que poco a poco va a asentarse en todo el continente européo y, por otro lado, no debe impedirnos comprender que el país está cambiando, evolucionando hacia un mercado complejo y rico, que las nuevas generaciones acabarán por consolidar.
No se trata de una afirmación gratuíta y por ello me agrada poner un ejemplo de acción común, liderada por las nuevas generaciones de la región de bretaña, que ya empiezan a ampliar a las otras regiones del Arco Atlántico, se trata del proyecto de "Libro Blanco sobre el Mont Saint-Michel" que pretende crear vínculos entre culturas tan dispares como la meso-americana, la norte-africana y la europea, a través de la inserción de su patrimonio arquitectónico en la nueva era digital, proyecto que se está convirtiendo en una realidad palpable cultural, transnacional y económicamente. Asimismo, en otros campos de la ciencia, de las nuevas tecnologías y de la reflexión social, el país sigue avanzando a un ritmo meritorio, y las empresas que se posicionan adecuadamente en los nuevos sectores, obtienen amplios beneficios.
Por estas razones, creo que podemos aconsejar a nuestros clientes que sí, que pueden invertir en Francia, y me permito adjuntar un artículo en el que inicio al inversor en los meandros administrativos de la gestión francesa de la creación de empresa: http://claro-web.com/index.php así como en informarle de algunos prestatarios cuya función principal es facilitarles su existencia administrativa, como la gestoría http://www.formalites.fr.
Esperemos que en 2016, el horizonte se aclare un poco y que todos podamos verlo y disfrutarlo.
Francisco Queiruga
President at Chambre de Commerce Latino-Américaine en France (CCLAM)
